Acerca de
Nosotros
“Educar desde el amor y para el amor “

Misión
Somos una comunidad educativa incluyente y participativa, con una formación que facilita la comunicación y las interacciones en el marco de una filosofía democrática; ofrecemos una educación de calidad basada en valores éticos, morales, sociales, cívicos, espirituales, culturales que sustentan las relaciones entre las personas y los pueblos.
Nuestro Colegio como Comunidad Educativa, está orientado a formar personas, para que sean agentes de su propio desarrollo, alcancen la madurez humana, opten libremente por la fe y se comprometan en la construcción de una sociedad más justa y fraternal, basada en la verdad, la paz y el amor.

Visión
Queremos ser una Comunidad Educativa que, desde el Carisma de la Caridad, nuestro centro llegue a ser educativo-pastoral, en la que se cuide la pedagogía de la presencia, donde cada uno se sienta a gusto y sea artífice de su propio desarrollo, se fortalezca la paz, el respeto, la solidaridad, la responsabilidad, la acogida, la sencillez, la alegría, el trabajo, la creatividad y criticidad, una comunidad abierta y comprometida evangélicamente con su entorno pluralista, capaz de prestar un servicio educativo de calidad basado en la atención personalizada de acuerdo a las necesidades y expectativas de cada persona, en donde la formación sea de carácter humanista y cristiana, pedagógica, metodológica, científica y tecnológica.
Himno del Colegio La Inmaculada
VALORES
La Congregación de las Hermanas de la Caridad de Santa Ana, promueve como valor permanente “vivir la caridad”. Con la Comunidad estudiantil se fomentan los valores de:
Responsabilidad
que nos ayuda a pensar, valorar y hacer bien las cosas.
Alegría
que favorece el encuentro, la amistad y un sentido positivo de la vida.
Perdón
fruto del amor y de la experiencia de sentirnos perdonados por Dios.
Paz
que nos compromete a crear un ambiente que la favorezca.
Trabajo
como medio de colaborar en la acción creadora de Dios y llamada a la
humanización del mundo.
Sencillez
que nos hace acoger abiertamente a los demás como don de Dios.
Gratitud
reconociendo que Dios es el autor de nuestra existencia y de los dones que
hacen posible nuestra felicidad.
Servicio
como entrega constante y generosa a todos, principalmente a los más pobres
y necesitados, sin ninguna condición.
Hospitalidad
acogida y dedicación plena al servicio de la persona, con naturalidad y de
todo corazón.
Libertad
que nos ayuda a decidir y actuar según los propios valores, dentro de los
límites del bien común y del respeto a la libertad de los otros.
Solidaridad
que nos hace cercanos y responsables ante las necesidades de nuestros
hermanos.
Gratuidad
que nos exige realizar nuestra misión sin esperar nada a cambio, como
gratuito y misericordioso es nuestro Dios.
Disponibilidad
en actitud de servicio y abiertos a lo que Dios quiere de nosotros con la
seguridad de que Él nos ama y desea nuestro bien.
